Julia Alvarez Iguña

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Bulliyng: agresión y maltrato entre pares (video)

miércoles, 7 de abril de 2010



El maltrato y agresión entre pares en el contexto escolar y social es un grave problema que exige información, reflexión y una intensa observación por parte de padres y educadores.
La palabra bullyng, la cual deriva del vocablo ingles bull (toro), es bien conocida y nombrada dentro de la psiquiatría de Estados Unidos, en tanto que en nuestro país, todavía no se ha instalado una nominación formal dentro de la sociedad, tomándose muchas veces el fenómeno como “cosas de chicos” sin saber las graves consecuencias que pueden producir en el niño o en el adolescente agredido.
El Bullying es el poderoso deseo por dominar al otro, al semejante, disfrutando con su desgracia aunque ésta sea auto-infligida. Representa las tendencias de dominio, de ejercer poder sobre el otro, de dominar el ambiente. Según Alfred Adler, famoso psiquiatra austríaco, se refirió sobre el tema como “la capacidad de un individuo para asumir poder sobre el otro, en una manera de esconder sentimientos de inferioridad nacidos en la primera infancia como modo compensatorio de adquirir la superioridad perdida y el doloroso sentimiento de desvalimiento”.

Este proceso se manifiesta juzgando a los demás de acuerdo a los aspectos físicos que no se ajustan al denominador común del grupo en cuestión, como ser, la pobreza, el flaco - gordo, la fealdad- belleza, los “nerds” o los “loosers”, la ropa que usan en una relación desigual de poder físico o psicológico, usar anteojos, haciendo sobresalir cualidades o rasgos ante los ojos del grupo acosador por una diferencia que no se tolera.
De esta manera, se intenta hacer sufrir al otro, disminuir su autoestima, no respetando las pequeñas diferencias con sus pares, desestabilizándolo, desdibujando su identidad, el pensamiento y la forma de actuar. Son personas que no poseen sentimientos de culpa ni resentimiento y son maestros en hacérselo sentir proyectando la angustia a los demás.

El agredido ante el pánico de verse segregado de ese espacio compartido (pandilla, grupo, equipo, etc.) y de los beneficios de identidad que conlleva, hace que el sujeto se adapte en su definición por temor a ser rechazado, excluído, o peor aún, agredido.

¿Cuáles son las causas que lo producen?

Las causas del bullyng debemos buscarlos en el agresor. Generalmente son individuos inseguros, con ciertos complejos, baja tolerancia a la frustración y carencias afectivas lo que determina la necesidad de demostrar su poder y ser alguien, aunque sea por medio de conductas negativas. Sería una manera de depositar en el otro activamente todo lo sufrido pasivamente desde la infancia por otras personas que ejercieron sobre mí agresiones, sin la posibilidad de poder poner en palabras lo sentido por medio del lenguaje.
De esta manera, cuando alguien pega o dice algo sobre otro, ese otro está implicado en el Yo, puesto que éste se formó y se identificó de un otro. Al gozar atacando, se ataca y daña a esos objetos persecutorios de su Yo tratando de proyectarlos en el afuera.
Los acosados generalmente no informan acerca de esta intimidación a los adultos o lo hacen ya en situaciones límite de sufrimiento por miedo a las represalias, a la vergüenza de demostrar su debilidad. Pueden llegar a no querer ir al colegio o a su club para evitar el contacto social, decayendo notoriamente su rendimiento, ya que su atención en lugar de estar centrada en la tarea, se desvía hacia miradas y conductas evitativas ante cualquier signo de peligro.

Familiares, padres y sociedad son factores que contribuyen a que estos síntomas se acentúen. Para ello es necesario un seguimiento grupal, supervisiones en los recreos u horas de almuerzo, reuniones con padres y alumnos poniendo de manifiesto y discutiendo el tema en cuestión. Pueden darse lecturas de antemano a los participantes, para luego ser discutidos en la reunión con el propósito de formar una conciencia colectiva y un compromiso familiar e individual para erradicar el síntoma antes que se instale en la escuela o institución.



Julia Alvarez Iguña

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