Las verdaderas batallas
se libran en el interior
Es una película que recomiendo por sus enseñanzas que no sólo dicen, sino también muestran. Habla de las dolorosas
situaciones por las que debemos atravesar, de esas pérdidas que miden al ser
humano en su fortaleza mental. Es cuando uno se plantea el verdadero sentido de
la vida, y encuentra tan sólo dos caminos: seguir peleando o rendirse. La vida
y el deporte no regalan nada, continuamente nos ponen a prueba, y es allí, cuando
el hombre se mide con su verdadera fortaleza interior. El camino
de la felicidad no es fácil, pero tampoco lo suficientemente difícil como para
no conseguirla jamás, depende de nosotros. Dan aprende
que otros aspectos son asimismo importantes, como el poder aceptarse
incondicionalmente, soportar el dolor, saber esperar pacientemente a que las
cosas lleguen y sucedan. Comprende que es el camino el que da la
felicidad, no el destino, que lo importante no es el resultado, sino el proceso
de lograrlo. Si
no aprendemos a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas de la vida, como podremos
ser capaces de disfrutar plenamente los triunfos y la gloria.
“El guerrero no se rinde
ante lo que le apasiona, encuentra el amor en lo que hace. Cuando tengas miedo
utiliza la espada, llévala hasta ti, y corta tu mente en pedacitos...
Destruye todos los miedos y temores, el resto vive en el pasado o en el
futuro”.
Es una película que recomiendo por sus enseñanzas que no sólo dicen, sino también muestran. Habla de las dolorosas
situaciones por las que debemos atravesar, de esas pérdidas que miden al ser
humano en su fortaleza mental. Es cuando uno se plantea el verdadero sentido de
la vida, y encuentra tan sólo dos caminos: seguir peleando o rendirse. La vida
y el deporte no regalan nada, continuamente nos ponen a prueba, y es allí, cuando
el hombre se mide con su verdadera fortaleza interior. El camino
de la felicidad no es fácil, pero tampoco lo suficientemente difícil como para
no conseguirla jamás, depende de nosotros. Dan aprende
que otros aspectos son asimismo importantes, como el poder aceptarse
incondicionalmente, soportar el dolor, saber esperar pacientemente a que las
cosas lleguen y sucedan. Comprende que es el camino el que da la
felicidad, no el destino, que lo importante no es el resultado, sino el proceso
de lograrlo. Si
no aprendemos a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas de la vida, como podremos
ser capaces de disfrutar plenamente los triunfos y la gloria.
“El guerrero no se rinde
ante lo que le apasiona, encuentra el amor en lo que hace. Cuando tengas miedo
utiliza la espada, llévala hasta ti, y corta tu mente en pedacitos...
Destruye todos los miedos y temores, el resto vive en el pasado o en el
futuro”.
Generalmente
los atletas tienen éxito porque conocen el valor de la organización, de la
disciplina, del sacrificio y la perseverancia. Perseverancia, que linda
palabra. Nada se obtiene sin perseverancia. Perseverancia es la persistencia en
tus creencias, es la voluntad de continuar creyendo en uno mismo, es apretar
los dientes y seguir. Hasta en las pequeñas cosas muchas veces nos dejamos
vencer, como por ejemplo, empezar un régimen, ir al gimnasio, no entrenar
porque llueve, dejar el examen para mañana. Son cosas que se patean para
adelante, quedándonos a saborear el placer del presente, de un presente que
dura semanas o meses, y el mundo es cada vez más competitivo. Si te quedas
dormido, te pasan enseguida por encima.
Asimismo,
demuestra el papel fundamental de nuestros pensamientos, en cómo nos pensamos, ya
que la duda y la inseguridad, son los sentimientos que nos impiden descubrir toda
nuestra potencia interior. Sócrates, le enseña a luchar contra esos
miedos interiores de una manera pacífica, ya que se necesita paz interior, para poder comprendernos y aceptarnos, a liberar la mente de lo que no sirve, vivir la experiencia,
percibir y sentir al otro.
Descubre la importancia de vivir en el presente, disfrutando, ya que cada momento es único, donde no existen instantes
vacíos.
Sócrates
le enseña a vaciar y calmar totalmente su mente de todo, El futuro está por venir. El
futuro todavía no existe. Corremos al futuro para transformarlo en el deseado
presente, presente fugaz que luego es pasado, y nos perdemos la oportunidad de
no haber jugado mejor el presente. La mente y el cuerpo deben
estar sincronizados en el movimiento del ahora, unificados en un solo propósito
y funcionando en el mismo lugar y al mismo tiempo.
“Todo en la vida tiene un
propósito, incluso esto, y depende de ti descubrirlo. Saca todo lo que no
necesites de tu cabeza y lo que pueda distraerte; te sorprenderá todo lo que
puedes hacer. Me considero a mí mismo un guerrero pacífico, porque las verdaderas batallas se libran en el interior. Este
momento es lo único que importa.”
- Dan,
¿dónde estás? /-Aquí/-¿Qué hora es?/-Ahora/-¿Qué eres?/………-este momento.
“Cuando por
fin logres vivir el presente, te sorprenderá todo lo que puedes hacer y lo bien
que lo haces”-Aprendamos a ser guerreros pacíficos
en nuestro interior. “Un
guerrero no se rinde ante lo que le apasiona, encuentra el amor en lo que hace.”
Julia Alvarez Iguña
0 comentarios:
Publicar un comentario