El
filósofo Jean Pau Sartre afirmaba que “Cada hombre es lo que hace, con lo que
hicieron de él”, no es otra cosa que lo
que hace de sí mismo.
Desde
que nacemos, somos hablados por los demás. Nuestra mente es como una página en
blanco, donde todos comienzan a escribir: nuestros padres, maestros, las
instituciones, profesores, la Iglesia, configurando una serie de esquemas mentales,
convicciones o creencias, acerca de quiénes somos y lo que debemos ser.
Muchos se quedan aferrados a esos
mandatos. Otros, recogen las partes buenas y malas de su historia en la
construcción de un futuro. De nada sirve vivir reclamando lo que no nos tocó en
suerte, o cumplir con deseos ajenos. Algunos viven etiquetados por lo que se
debe hacer. Es una manera de no crecer personalmente, de no arriesgar nuevos
territorios.
Poder ser dueños de nuestra vida es un
giro radical, vivir por lo que uno desea es sentirse amo de sí mismo.
Julia Alvarez Iguña