Los adioses La vida está continuamente llena de adioses, de despedidas. Dejan espacios abiertos, muchas veces dolorosos, recuerdos que impiden avanzar. Nuestro primer adiós se inicia con la despedida del vientre de nuestra madre. El adiós a los azules momentos de la infancia. El adiós cuando dejamos de ser niños y debemos enfrentar el mundo por nosotros mismos. El adiós a nuestro primer amor, el adiós a los hijos, el adiós a los padres. Esas partidas son fundamentales para nuestro crecimiento, son parte de la vida. Crecemos en el dolor, o nos quedamos apegados a la misma pena. No podemos vivir atados a lo que fue. Guardar esos recuerdos muy dentro nuestro, y desapegarnos de las ataduras que nos ligan al pasado. Es allí donde está la grandeza del ser, en desandar caminos, en abrir nuevas puertas para dar lugar a nuevas bienvenidas. Julia Alvarez Iguña
Esta película es la adaptación cinematográfica del best seller de Dan Millman, titulado “El camino del guerrero pacifico”. Es un film que les recomiendo ver, y que
pueden encontrar en Youtube. Cuenta la historia de un deportista, Dan Millman, quien
ganó el Campeonato Mundial de Trampolín en Londres cuando tenía dieciocho años,
consiguiendo así formar parte del equipo olímpico estadounidense. Pero,
un terrible accidente
en moto, fractura los huesos de su pierna
derecha, y su entrenador asigna su puesto a otro. Dan atraviesa por una
profunda crisis, decide seguir peleando y logra
recuperarse de tan severa lesión en tan solo un año. El accidente le hizo re-plantear
por completo el propósito de su vida. Es cuando aparece Sócrates, su nuevo
maestro (Nick
Nolte), que le enseña a
aceptarse, a confiar en sí mismo, y a disfrutar también de su persona en
aspectos que nada tenían que ver con sus capacidades atléticas, es decir a trabajar
con su “Yo”.
Es una película que recomiendo por sus enseñanzas que no sólo dicen, sino también muestran. Habla de las dolorosas
situaciones por las que debemos atravesar, de esas pérdidas que miden al ser
humano en su fortaleza mental. Es cuando uno se plantea el verdadero sentido de
la vida, y encuentra tan sólo dos caminos: seguir peleando o rendirse. La vida
y el deporte no regalan nada, continuamente nos ponen a prueba, y es allí, cuando
el hombre se mide con su verdadera fortaleza interior. El camino
de la felicidad no es fácil, pero tampoco lo suficientemente difícil como para
no conseguirla jamás, depende de nosotros.Dan aprende
que otros aspectos son asimismo importantes, como el poder aceptarse
incondicionalmente, soportar el dolor, saber esperar pacientemente a que las
cosas lleguen y sucedan.Comprende que es el camino el que da la
felicidad, no el destino, que lo importante no es el resultado, sino el proceso
de lograrlo. Si
no aprendemos a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas de la vida, como podremos
ser capaces de disfrutar plenamente los triunfos y la gloria.
“El guerrero no se rinde
ante lo que le apasiona, encuentra el amor en lo que hace. Cuando tengas miedo
utiliza la espada, llévala hasta ti, y corta tu mente en pedacitos...
Destruye todos los miedos y temores, el resto vive en el pasado o en el
futuro”.
Es una película que recomiendo por sus enseñanzas que no sólo dicen, sino también muestran. Habla de las dolorosas
situaciones por las que debemos atravesar, de esas pérdidas que miden al ser
humano en su fortaleza mental. Es cuando uno se plantea el verdadero sentido de
la vida, y encuentra tan sólo dos caminos: seguir peleando o rendirse. La vida
y el deporte no regalan nada, continuamente nos ponen a prueba, y es allí, cuando
el hombre se mide con su verdadera fortaleza interior. El camino
de la felicidad no es fácil, pero tampoco lo suficientemente difícil como para
no conseguirla jamás, depende de nosotros.Dan aprende
que otros aspectos son asimismo importantes, como el poder aceptarse
incondicionalmente, soportar el dolor, saber esperar pacientemente a que las
cosas lleguen y sucedan.Comprende que es el camino el que da la
felicidad, no el destino, que lo importante no es el resultado, sino el proceso
de lograrlo. Si
no aprendemos a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas de la vida, como podremos
ser capaces de disfrutar plenamente los triunfos y la gloria.
“El guerrero no se rinde
ante lo que le apasiona, encuentra el amor en lo que hace. Cuando tengas miedo
utiliza la espada, llévala hasta ti, y corta tu mente en pedacitos...
Destruye todos los miedos y temores, el resto vive en el pasado o en el
futuro”.
Generalmente
los atletas tienen éxito porque conocen el valor de la organización, de la
disciplina, del sacrificio y la perseverancia. Perseverancia, que linda
palabra. Nada se obtiene sin perseverancia. Perseverancia es la persistencia en
tus creencias, es la voluntad de continuar creyendo en uno mismo, es apretar
los dientes y seguir. Hasta en las pequeñas cosas muchas veces nos dejamos
vencer, como por ejemplo, empezar un régimen, ir al gimnasio, no entrenar
porque llueve, dejar el examen para mañana. Son cosas que se patean para
adelante, quedándonos a saborear el placer del presente, de un presente que
dura semanas o meses, y el mundo es cada vez más competitivo. Si te quedas
dormido, te pasan enseguida por encima.
Asimismo,
demuestra el papel fundamental de nuestros pensamientos, en cómo nos pensamos, ya
que la duda y la inseguridad, son los sentimientos que nos impiden descubrir toda
nuestra potencia interior. Sócrates, le enseña a luchar contra esos
miedos interiores de una manera pacífica, ya que se necesita paz interior, para poder comprendernos y aceptarnos, a liberar la mente de lo que no sirve, vivir la experiencia,
percibir y sentir al otro.
Descubre la importancia de vivir en el presente,disfrutando, ya que cada momento es único, donde no existen instantes
vacíos.Sócrates
le enseña a vaciar y calmar totalmente su mente de todo, El futuro está por venir. El
futuro todavía no existe. Corremos al futuro para transformarlo en el deseado
presente, presente fugaz que luego es pasado, y nos perdemos la oportunidad de
no haber jugado mejor el presente. La mente y el cuerpo deben
estar sincronizados en el movimiento del ahora, unificados en un solo propósito
y funcionando en el mismo lugar y al mismo tiempo.
“Todo en la vida tiene un
propósito, incluso esto, y depende de ti descubrirlo. Saca todo lo que no
necesites de tu cabeza y lo que pueda distraerte; te sorprenderá todo lo que
puedes hacer. Me considero a mí mismo un guerrero pacífico, porque las verdaderas batallas se libran en el interior. Este
momento es lo único que importa.”
- Dan,
¿dónde estás? /-Aquí/-¿Qué hora es?/-Ahora/-¿Qué eres?/………-este momento.
“Cuando por
fin logres vivir el presente, te sorprenderá todo lo que puedes hacer y lo bien
que lo haces”-Aprendamos a ser guerreros pacíficos
en nuestro interior. “Un
guerrero no se rinde ante lo que le apasiona, encuentra el amor en lo que hace.”
La anestesia
afectiva del pueblo despertó, y salió a la calle a hacer oír sus demandas, a
manifestar su enojo, como
una respuesta ante tantas deficiencias y necesidades incumplidas.
El ruido de
las cacerolas es ensordecedor y tienen su significado. Son cacerolas vacías de
tanta impunidad, e indiferencia social. Sus golpes, sus ritos representan la
palabra del pueblo como manera de manifestar sus necesidades, de manifestar su bronca.
Las cacerolas
es el único método que posee la gente como defensa, donde faltos de esperanza,
intentan reunirse con el otro colectivo, sostenidos en el anhelo de un país
mejor.
La perversa
corrupción destruye a los argentinos en su punto más débil: la confianza, y cuando
un pueblo pierde la capacidad de crecimiento, llega el abandono y queda
atrapado en la desilusión.
Hoy en día,
la angustia, la tristeza, los ataques de pánico, la desesperación, se han
instalado como nuevos códigos ante labarrera que levantan algunos; los que impiden la auto-realización del
ser humano.
La sociedad necesita un
cambio que signifique la devolución de libertades, y un oxígeno nuevo para seguir
viviendo en el futuro anhelado, y en contra de medidas -muchas veces
arbitrarias- que van en detrimento del
desarrollo normal de la sociedad.
El gobierno utiliza continuamente
el mecanismo de la negación, desconoce el escenario, al adversario. Es una
realidad que no quiere ver, la niega, porque al ser
tan narcisista y centrado en sí mismo, el dolor y la rabia que esas heridas de
la realidad le producen, son intolerables. Solo encuentra alivio negando lo que
todos ven. Es así como niegan el Indec, la inflación, los cacerolazos, los
asesinatos, la delincuencia, los jubilados, etc. simplemente lo postergan. Quieren mantener sus vidas en orden, sentir el omnipotente
control de todo, por lo que se resisten a ver realidades que podría resultar una
pérdida intolerable en su “Yo”.
La negación es un mecanismo
de defensa de auto preservación, que sólo posterga lo que, de todos modos, en algún
momento deberá afrontar.
El imaginario colectivo
siente que no solo le han robado sus derechos, sino sus sueños, sus deseos, la
desolación, el abandono, la vergüenza ante nuestros hijos. Pero lo que más
duele es que en esta fiesta sin fin, están dilapidando nuestro dinero para ser repartido
a los amigotes y socios del poder.
Por eso el pueblo ya no se
queda callado, está poniendo un límite, sale a la calle a hacerse oír y hoy más
que nunca está de pie.